CLARIDAD

Número 1

INVIERNO 2004 · CUARTA ETAPA

PRESENTACION

CLARIDAD nació como “semanario socialista de críticae información”.
Fueron tiempos difíciles en un contexto de feroz represión que siguió a la huelga revolucionaria de octubre del 34. Se había producido, además una profunda división en el seno del movimiento obrero de signo socialista. Una parte significativa se dotó de un órgano de expresión propia, tratando de ayudar a los perseguidos, coordinar la acción política de la izquierda, continuar la lucha antifascista y defender la República en la nueva situación creada.
Subrayamos, significativamente, una afirmación de Amaro Rosal que desde la perspectiva actual resulta incontrovertible: “No se podrá analizar con rigor el periodo de 1935-1939 sin tener en cuenta los testimonios de CLARIDAD en su primera etapa de semanario, de julio de 1935 a marzo de 1936 y su etapa de Diario de la Noche, de marzo al 18 de julio de 1936 y de esta fecha a marzo de 1939”.
La que puede considerarse tercera época de CLARIDAD comienza en mayo-junio de 1984 y se extiende hasta abril de 1990 a través de 36 números de carácter bimestral. La revista es entonces editada por la Comisión Ejecutiva Confederal de UGT y enlaza así con aquella destacada
publicación que “hizo de la información y de la crítica un importante instrumento de reflexión socialista”.
Por la especial situación que se estaba viviendo en los años ochenta en España, CLARIDAD quería contribuir a la consolidación del sindicalismo en nuestro país, que no había ido pareja a los de otras instituciones de la vida política y social durante el proceso de transición a la democracia.
En su actual reaparición, 14 años después de su anterior etapa, la revista CLARIDAD se encuentra hoy con una nueva geografía cultural que está modificando muchos planteamientos sindicales y políticos.
Fenómenos nuevos que afectan directamente al sindicalismo: globalización, inmigración, cambios en el sentido del trabajo, cada vez más víctima de la desregulación y precarización, reducción del papel del sector público a favor del poder soberano del mercado, con la consiguiente mercantilización de la propia sociedad en todas sus facetas, la ofensiva general desatada
contra las instituciones de protección social y de solidaridad públicas, son, entre otros, factores que
explican sobradamente el hecho de que vuelva a publicarse una revista como CLARIDAD.
Se trata de crear desde el Sindicato un espacio abierto de análisis, reflexión, información y debate sobre las cuestiones primordiales que determinan la organización social en el momento presente teniendo como objeto la formación de un pensamiento sindical con vocación de elaborar y aplicar soluciones a los problemás sociolaborales contemporáneos.
Respondemos desde aquí que frente a la complejidad lo que procede no es aceptar, sin más, la interpretación que suele alegarse de los iniciados –tan simplificadora o más que las de los oponentes– sino un examen sereno y ponderado de los asuntos en cuestión, y la explicación
de los resultados, expresada con impecable claridad.
Por fortuna, últimamente, de unos años acá, está emergiendo y afirmándose poco a poco aunque inexorablemente una opinión pública mundial, incipiente, que, ante el actual estado de cosas, afirma que es posible un mundo distinto del que ha configurado el ultraliberalismo imperante.
Tras una primera fase de confluencia de movimientos sociales críticos, en la que se les descalificaba cómodamente de antiglobalizadores y se les tachaba de violentos y rebeldes sin causa, lo cierto es que hoy cobra cuerpo un conjunto de propuestas concretas, a nivel mundial, que buscan imprimir un rumbo radicalmente diferente a la evolución de la economía; que exigen la subordinación del mercado a las necesidades de la población democráticamente expresadas.
El movimiento sindical, representante del mundo del trabajo, junto con organizaciones sociales progresistas, tiene un papel primordial que desempeñar en el necesario cambio radical que es apremiante para conseguir una mundialización completa (justicia social, educación, sanidad, derechos humanos...) que supere las desigualdades, desequilibrios e iniquidades de la globalización liberal todavía en curso.

Algunas de las principales ideas de esta opinión pública naciente, aglutinada en buena parte en torno al Foro Social –surgido en Porto Alegre– han podido ya expresarse en Conferencias mundiales de alto nivel así como en instituciones financieras internacional (FMI, Banco Mundial), y en la Organización Mundial de Comercio (OMC); y se han hecho escuchar igualmente ante los núcleos de poder económico –Grupo de los 7, OCDE, que de hecho gobiernan la economía mundial.
Este esfuerzo colectivo por modificar las realidades –y las mentalidades en las que asientan– está estrechamente ligado con el impulso de un pensamiento analítico y crítico que, entre otras cosas, eleve el bajísimo nivel cultural por el que atraviesan nuestras sociedades.
En un panorama en que los dogmas acríticos e interesados se imponen en la práctica sobre el raciocinio más elemental, y se ignoran principios tan básicos como la igualdad, la justicia y la cooperación, en un escenario de apática resignación por parte de una mayoría de la población, en este contexto cobra todo su sentido la irrupción en público de una revista sindical de rigor y hondo
significado como es, empezando por su propio título, la revista CLARIDAD.
El lector encontrará en el presente número solventes trabajos sobre algunas de las cuestiones sociales que más preocupan al ciudadano y trabajador de hoy.
Es el caso de las deslocalizaciones de centros de trabajo a otros países con menores costes, ya sea por bajos salarios, menos impuestos o escasa protección del medio ambiente, entre otros posibles factores.
Desde la última década del siglo pasado el tema del envejecimiento de las sociedades avanzadas es una preocupación que abordamos en “personas mayores y ciudadanía”.
Este número de la revista recoge tambien algunos de los aspectos más sensibles de la inmigración. Su realidad sitúa muchas veces al inmigrante en situaciones que implican la negación de una vida digna. Una parte fundamental de su supervivencia, así como de su arraigo laboral y social depende de la actuación de los poderes públicos y del cuerpo social del país de acogida.
En la sección de cultura publicamos la Agenda 21 de la Cultura una iniciativa del Foro de Autoridades Locales por la Inclusión Social de Porto Alegre como manifiesto para democratizar la cultura y encontrar formas que permitan la sostenibilidad cultural.
Los distintos trabajos mencionados en este primer número tienen en común la óptica supranacional de los temas exigida por el hecho de la mundialización. Una perspectiva amplia y crítica de los problemas analizando las causas de cada uno de ellos y explicando con claridad las realidades subyacentes por complejasque sean.

INDICE

4. DESLOCALIZACIÓN

Las deslocalizaciones o el fracaso de un modelo productivo.
Angel Presa Yobre, Director del G.T. Confederal de UGT.
Globalización económica y deslocalizaciones productivas.
José María Zufiaur, Director de Labour-Asociados.
Deslocalización de empresas en Cataluña.
José María Álvarez Suárez, Sec. Gral. de UGT Cataluña.
El caso Siemens, un acuerdo contra la deslocalización.
Werner Hoffmann, Redactor jefe de publicaciones de IG Metall (Alemania).
Entrevista con Bertold Huber. Vicepresidente de IG Metall (Alemania).

35. PERSONAS MAYORES Y CIUDADANÍA

Las personas mayores en España.
Yolanda Besteiro de la Fuente, Asesora Jurídica de la UJP-UGT.
Mayores, pero ciudadanos.
José Manuel Morán, Consejero del CES.

49. INMIGRACIÓN

Claroscuros de la inmigración en España.
Antonio Izquierdo Escribano, Universidad de Coruña y Center for Comparative Immigration Studies.

66. CULTURA

La Agenda 21 de la Cultura en el Foro de Autoridades Locales por la Inclusión Social de Porto Alegre.
Vanessa Marx, Secretaria técnica Ejecutiva del Foro de Autoridades Locales por la Inclusión Social de Porto Alegre.
La Agenda 21 de la Cultura, dinámica cultural contemporánea.
Jordi Martí, Miembro del equipo internacional de redacción de la Agenda 21 de la cultura.
Agenda 21 de la Cultura. Un compromiso de las ciudades y los gobiernos locales para el desarrollo cultural.

75. ETAPAS ANTERIORES

Claridad, 20 años.
Enrique Uldemolins, Coordinador de la tercera etapa de Claridad.