EDITORIAL

SENTIR EL PATRIMONIO

La identidad de un pueblo, aquellas cualidades que se reconocen como propias,
que enorgullecen y distinguen, se conforma con el conjunto de elementos que
pertenecen a un ayer y perviven al paso de un tiempo, cuajado de avatares circustanciales
y caducos. Las señas de identidad se cimentan sobre valores que recogen categorias
singulares o perennes, que confieren una personalidad, y se erigen en fundamento para el desarrollo y el progreso.

En la cultura, en sus plurales manifestaciones -lengua, música, folklore, teatro, patrimonio artístico,
etc- se enraízan estas señas, de ahí la importancia y justificación de la presencia de las administraciones públicas, de las entidades privadas y de los ciudadanos,
y de los recursos que se destinan a procesos culturales, ricos y variados, como la restauración o
las ayudas a otras manifestaciones culturales consecuencia de procesos creativos.
La constitución en 1997 de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, de la que forman parte la Junta de Castilla y León y las seis Cajas
de Ahorros de la Región, con un capital inicial de 1.821 millones de pesetas, fue un hito relevante
para aportar nuevos recursos a la conservación del patrimonio artístico. Gracias a estas inversiones se contribuye a que edificios, esculturas, pinturas, etc, recuperen el esplendor decrecido por el paso del tiempo o por actuaciones precedentes ejecutadas por la mano del hombre, faltas de criterio o sobradas de desaprensión.

Pero el objetivo de la Fundación no sólo se concreta en las inversiones para la conservación y recuperación de los bienes muebles o inmuebles, sino también en la sensibilización del ciudadano para que sienta como propio aquéllo que por tradición le pertenece.
En esta dirección se han producido avances significativos: cada vez más se escriben o se escuchan
noticias en los distintos medios de comunicación, que hablan de algún desperfecto, que reclaman
ante situaciones de deterioro y, por contra, cobra actualidad el término de unas obras de
restauración en tal o cual lugar. Ante este aumento de información, cabe preguntarse ¿se destruye más que antes? La respuesta es necesaria buscarla en el mayor grado de sensibilidad de los ciudadanos. Por fortuna, ha calado entre la ciudadanía el sentir el patrimonio como algo propio, como algo que ha recibido de sus mayores y que ha de legar a generaciones futuras. Por suerte, los bienes muebles e inmuebles se exhiben con orgullo, son un timbre de gloria y se valoran en su uso o disfrute.

Esta importante tarea de sensibilización y reconocimiento es, sin lugar a dudas, un signo de madurez y, aunque se precisa seguir insistiendo para que se rechacen con energía y repulsa signos de barbarie como son -por ejemplo- las pintadas, es necesario avanzar más a fin de que la sociedad civil se implique con mayor decisión, para preservar estas señas de identidad. No se trata de que la Fundación u otros organismos públicos dejen de prestar su ayuda en todos los órdenes a la conservación del patrimonio artístico, sino de conseguir llegar más lejos con la suma de más recursos.

En esta línea, vale la pena recordar que la Fundación ha aprobado recientemente la aportación de
750 millones de pesetas cada año para el patrimonio artístico. También es justo resaltar la colaboración de algunas empresas en proyectos acometidos por la Fundación del Patrimonio Histórico; o la aportación económica de cientos de castellanos y leoneses, así como de un nutrido grupo de empresas, a través de la Tarjeta de Amigos del Patrimonio, que tiene por objeto mantener viva la conciencia de la defensa del Patrimonio de la Comunidad.

El camino recorrido hasta la fecha es importante, pero todavía falta un largo trecho por andar. Por su parte, la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, además de de continuar su apuesta e inversión en el patrimonio, seguirá promoviendo la captación de recursos de particulares o de empresas, para destinarlos a la restauración y recuperación del patrimonio artístico: confiamos en una participación más decidida de la sociedad civil. Al tiempo, esperamos que la administración del Estado establezca una nueva ley de Fundaciones y para las desgravaciones fiscales por ayudas, a fin de que las personas físicas y, sobre todo, juríricas puedan contribuir con mayores recursos y facilidades.

Esta revista, Patrimonio, que nace con una periodicidad trimestral, tendrá por objeto dar a conocer el extenso, rico y variado patrimonio artístico de Castilla y León, ofrecer opiniones sobre el mismo, informar sobre los proyectos que se acometan en la Comunidad, y aportar estudios sobre aquellas cuestiones de interés relacionadas con la restauración, la conservación o recuperación de bienes artísticos. En una palabra, contribuir con sano orgullo a que todos se sientan identificados con su patrimonio.

Sumario:

5-8 El retablo de la Catedral Vieja de Salamanca: la evolución de la pintura gótica
El pasado mes de marzo, la Fundación hizo entrega al cabildo de la Catedral de Salamanca del restaurado Retablo Mayor de la Catedral Vieja, templo que alberga uno de los mejores conjuntos de pintura cuatrocentista italiana que se encuentra fuera de ese país.

10. La nueva imagen del Retablo de Astorga
Coincidiendo con la inauguración de la exposición de las Edades del Hombre, el retablo de la Catedral de Astorga luce una nueva imagen tras el proceso de restauración a que ha
sido sometido por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León en colaboración con la
Fundación Las Edades del Hombre.

15-22 Dossier: Cracovia 2000
Buscar una mayor participación de los ciudadanos en los procesos restauratorios y que éstos se produzcan según un modelo de documento proyectual que rebase lo estrictamente arquitectónico, son algunas de las conclusiones de la reunión preparatoria de la Conferencia Internacional de Conservación del Patrimonio Cracovia 2000 celebrada recientemente en Valladolid.

23-25 Tomás Villanueva
Aunque reconoce que el sector empresarial es cada vez más consciente de la extraordinaria importancia del Patrimonio, el presidente de la Fundación del Patrimonio Histórico de
Castilla y León, Tomás Villanueva, asegura que los ciudadanos no deben considerar la restauración de los monumentos como una tarea de la administración o de entidades como la Fundación, sino que deben ser partícipes de esa labor.

29-34. Los Amigos del Patrimonio
Alrededor de un millar de ciudadanos y empresas son ya socios de la Tarjeta de Amigos del Patrimonio, una iniciativa con la que la Fundación pretende involucrar a la iniciativa privada en la conservación y restauración del legado histórico de la Comunidad, al tiempo que sus titulares
se benefician de descuentos en determinados bienes y servicios.